Desde O Cebreiro a Santiago, por el camino francés.
Estimados amigos os relato las experiencias del camino de Santiago, maravillosa ruta hacia el “Campus Stellaes”, o Santiago de Compostela, mensaje en una botella, que hecho a este inmenso mar, que es internet, para todo el que lo reciba, se anime a hacer esta magnífica experiencia.
El Camino es el túnel del tiempo, te transporta a una época distinta, un espacio diferente, las cosas dejan de ser lo que son, y las prioridades cambian. Dejas de ser tu mismo, el de siempre, ahora eres un peregrino, desatado de las ligaduras que te limitan en tu vida cotidiana, con absoluta libertad de pensar, de andar o parar, libre de razonar sin condicionantes. Serás un sabio si utilizas este lapso de tu vida para poner en orden tus neuronas, pensamientos y actitudes frente al resto de cosas que no están aquí, en el Camino. Y serás un sabio inteligente si aprovechas las enseñanzas del Camino para aplicarlas en tu otra vida, la que ahora no importa, porque lo que importa es caminar y vivir esta etapa, aprender de la anterior y prever la de mañana.
Importantísimo saber que echar en la mochila de la vida, muchas veces cargamos con cosas, que no necesitamos en el día a día cotidiano, aprender a valorar lo necesario de lo superfluo.
El camino de Santiago se realiza por varios motivos: religioso, turístico, cultural, deportivo, de evasión y aventura. En mi caso un poco de todo, pero el principal como ya he dicho ante la necesidad de romper con la vida cotidiana, que a las veces nos ahoga y no nos deja ni respirar, ni un minuto para nosotros mismo. Pocas veces he necesitado tanto unas vacaciones, el desconectar de todo, como este año, problemas con el trabajo, la crisis, la enfermedad de mi padre, el párkinson, ya en fase perminal, su dependencia que me tiene atado mañanas y tarde, el nuevo trabajo de Pilar, mi esposa, que el poco tiempo, que me veo negro para tener, comparto en las tareas domesticas y luego el tiempo de las aficiones, además de las de siempre, como el coto, los perros, los perdigones, las nuevas como el cultivo de bonsáis y la micología, no tengo tiempo ni para respirar.
De todos los caminos hacia Santiago según se dice en el Codice Calixtino y según consta en muchos otros documentos de la época, en el siglo XII venían de Europa cinco grandes vías, que entraban en España por dos puntos de los Pirineos: Roncesvalles (en Navarra), y Somport (en Aragón). Estes dos camiños, navarro y aragonés, se juntaban en Puente la Reina. Y desde aquí ya había un único camino hasta Santiago.
El Camino Francés, con sus dos ramas navarra e aragonesa antes mencionadas. Desde Puente la Reina sigue por Estella, Viana, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Burgos, Hornillos del Camino, Castrojeriz, Frómista (¡qué hermosa es la iglesia de San Martín de Frómista!!), Carrión de los Condes, Sahagún, León, Astorga, Ponferrada, Villafranca del Bierzo, O Cebreiro, Samos, Sarria, Portomarín, Melide, Arzúa, ... e ¡Santiago!. Este es el Camino por antonomasia", el más conocido y el más usado por los peregrinos.
El Camino mozárabe o Vía de la Plata. Parte de Sevilla, sube por Extremadura, pasa por Salamanca y Zamora, entra en Galicia por la Gudiña, e segue por Campobecerros, Laza, Xunqueira de Ambía, Ourense, Cea, Oseira, Lalín, Silleda, ... y llega a Santiago. Tiene otras variantes, como la que pasa por Verín, Allariz y Xinzo de Limia, o la que desde Zamora sube a Astorga donde se junta con el Camino Francés.
El Camino Portugués. Tiene varias rutas. Una de ellas parte de Lisboa y pasa por Sintra, Caldas da Rainha, Alcobaça, Coimbra, Porto, Tui, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis y Padrón, llegando finalmente a Santiago.
El Camino Inglés, que va desde Coruña o Ferrol a Compostela. Los peregrinos llegaban en barco desde Inglaterra a las costas gallegas, y luego hacían por tierra el camino hasta Santiago. El camino que sale de Ferrol pasa por Xubia, Neda, Fene, Cabanas, Pontedeume, Miño, Betanzos, Bruma, Ordes, A Igrexa (Oroso), Sigueiro y Santiago. El que sale de Coruña pasa por O Burgo, Cambre y Carral, y se junta en Bruma con el que viene de Ferrol.
El Camino del Norte. Discurre próximo al mar Cantábrico, desde San Sebastián (Donostia), pasando por Bilbao, Santander y Oviedo, entra en Galicia por Ribadeo, y gira luego hacia el SO juntándose con el Camino Francés en Melide.
El Camino Primitivo. Viene desde Asturias a Santiago, pasando por Lugo. Sería el Camino más primitivo, el que seguirían los primeros peregrinos que desde el pequeño reino de Asturias venían a Compostela en los primeros años después del descubrimiento del sepulcro del Apóstol.
De todos, el elegido este vez ha sido el francés, por los siguientes motivos: solo disponía de una semana de vacaciones, Pilar y mi hijo, José Antonio, no quería hacer el camino, y como mi hermana vive en Galicia, en As Pontes, el sitio donde cruza el camino francés con la N-6, lugar perfecto para bajarme y ello seguir por la autovía hasta As Ponte.
Desde O Cebreiro hasta Santiago en unas web son 6 etapas, otra 7 etapas, pero yo planifiqué hacerlo en 5 etapas: O Cebreiro-Samos, Samos-Portomarin, Portomarin-Palas de Reí, Palas de Rei-Arzua y Arzua-Monte do gozo.
Como Pilar no podía hacerlo, me pidió que fotografiase lo que me pareciera interesante y luego en casa lo veía, esto también me sirve para los amigos.
El viaje empieza en O Cebreiro, primera parada en suelo gallego del camino francés, pequeña aldea de montaña,
Dedicada en la actualidad al turismo del camino, construcciones de piedras y tejados de pizarra, donde destacan las pallozas, esas viviendas cuyas raíces arquitectónicas hay que buscarlas en el tiempo anterior a la llegada de las legiones romanas. Estas construcciones de planta oval y muros de piedra de escasa altura, todas ellas tienen, al menos, una estructura de madera central que sostiene la característica cubierta cónica y aplastada (hechas de robles o castaños). La cubierta de paja que tiene que ser cambiada, como mucho, cada 10 años.
Un personaje de O Cebreiro importante en el Camino de Santiago, fue don Elías Valiña, cura de O Cebreiro, y persona a la que hoy en día debemos que la Ruta Jacobea siga existiendo. Fue Elías Valiña el que con su coche se dirigió hasta la localidad navarra de Roncesvalles para desde allí, y con la pintura sobrante que le iban donando de la construcción de las carreteras, ir marcando a través de flechas amarillas el Camino a Santiago.
La iglesia de Santa María la Real, en O Cebreiro, guarda un cáliz y una patena donados por los Reyes Católicos, cuya presencia en el lugar consta documentalmente.
En lo más alto de O Cebreiro se encuentra un cruceiro de madera, donde es costumbre depositar una ofrenda.
O Cebreiro es un pueblo pequeño, con un solo albergue, con poca capacidad de camas, donde empieza mucha gente también el camino, al ser primer pueblo gallego, en preferible llegar con tiempo, pero si empiezas tiene preferencia los peregrinos que ya vienen recorriendo el camino, lo que casi te obliga, a buscar alojamiento en los distintas pensiones, no están mal pero tienen precios de hotel de primera línea de playa, solo por pernoctar.
Después de marcharse mi familia, cena, otra vuelta por el pueblin, y a la cama, que mañana empieza la aventura. La aventura de las mil veredas, mil subidas, mil bajadas, mil puentes sobre ríos y riachuelos, mil fuentes, mil bosque frondosos, mil pueblecitos de montaña, anclados en el pasado, mil iglesias o capillas algunas con cientos de años de historias, mil hórreos todos diferentes, mil peregrinos, con sus mil formas de plantearse el camino, en cuanto equipaje, calzado, bordón o bastones, formas de andar pero todos con un mismo destino llegar a Santiago.
Continuara……….
No hay comentarios:
Publicar un comentario