28 de septiembre de 2012

CAMINO DE SANTIAGO: PALAS DE REI - ARZUA

PALAS DE REI - ARZUA 29,2 Km.


06/07/2011

Cuarta etapa, la etapa en la que ya pasaremos de la provincia de Lugo a Santiago, etapa de los rios como se puede ver en el mapa, es la etapa por la que más tenemos que pasar por el liquido elemento, incluso en uno arroyo para pasar te tienes que mojar. Como todos los días a las seis diana, un buen desayuno para las siete empezar la marcha. El perfil de la etapa no era muy complicado, el típico sube y baja gallego. Clima según parte meteológico nublado pero sin lluvia.





Empezamos la mañana en la espesura de los bosques, con la humedad tipica



Bosques donde se empieza a ver el eucalisto


Camino de tierra con buenas pendientes, que de tanto andar el peregrino, quedan las raices de los arboles, como escalones en el terreno,


O desgastada la piedra de tantos pasos sobre ella.




Aunque a veces el peregrino, si el camino se pone malo, lo cambia, hasta hacer camino nuevo.



Entre las localidades de Casanova y Lebodeiro, se pasa de la provincia de Lugo a la de Santiago.



En la arqutectura de estos pueblos, van cambiando los materiales, en Lugo era la pizarra en paredes y techos, aquí en Santiago cambia al granito en paredes y teja cerámica en techos.



Pasando el granito a formar parte de paisaje,


En Leboreido está una de las iglesia romanica, hecha en granito, con pinta de más entigua, de las vistas en el camino,


Con detalles en piedra del alero o cornisa del tejado, que en realidad no se si era la maza que utilizaba en cantero para tallar la piedra o otra cosa


Frente a la iglesia esta este "cabaceiro", es un gran canasto circular hecho con palos entrelazados y cubierto de paja que apoyado en una base de piedra es utilizado para conservar el máiz.


Maíz, que crece en los campo, sin regar, solamente con la lluvia y humedad ambiente.

 
Humedad que hace crecer la yedra, en todo lo que se pueda apoyar.

 
O helechos de dos metros de altura.

 
Humedad que hace inviable, guardar la paja de cereal o heno en alpacas tradicionales como en el sur, aquí tienen que hacerlas, con este particular sistema redondo y plastificado, para su mejor conservación.


Humedad que hace manar el agua del terreno en mil fuentes en el camino, donde el peregrino puede aliviar su sed y refrescarse con sus aguas cristalinas.


Agua que va a desembocar en innumerables arroyos, riachuelos, por doquier, esta etapa, la recordaré por la de los arroyos, son innumerables, algunos hay que mojarse los pies. Con innumerable puentes de piedras.


Otros de madera.


Otros por puentes de piedra, estrechos solo para peregrinos, con opción de vadeo para caballería y vehículos a motor.


Con la unión en seco de las piedra de la barandilla, unidas con grapa metálica.

 
Entre todas las curiosidades del camino, costumbre de hacer la misma cosa en las distintas regiones, utensilios diferentes o aperos de labranza, que he visto en el camino, el que más me ha llamado la atención y que no conseguí, averiguar para que era, pues no había ningún paisano cerca para preguntar por la utilidad de aquel invento, aquella hélice acoplable a un tractor.

 
Con toma de fuerza que hace girar a la hélice, latiguillo hidráulico que hace levantar la hélice, para el trasporte por carretera o baja para la posición de trabajo, en fin un enigma la utilidad del invento, pero está claro que era una hélice  para mover liquido, no aire, no sé si el paisano lo metía en una piscina para producir olas y dar la sensación de bañarse en el mar o era para batir un cola-cao gigante, no lo sé, me quedaré con la duda, ustedes que opinan.

El camino mientras más cerca de Santiago, más transitado, individual, pareja, grupos de más de 20 personas, todos juntos apelotonados, como las carreras de la vuelta ciclista, no sé que pasara cuando pasemos de Melide, que es donde se une el camino primitivo al camino francés.


Infinidad de personas haciendo el camino, o lo han hecho, creo que lo ha hecho hasta “Pipi, calzalargas”, pues creo que este de las pintas era su caballo.

Que esta pastando al frescor de uno de los frecuentes bosquetes,  tupidos de los que no llega la luz del sol al suelo, haciendo a las plantas completamente diferentes a cuando reciben la luz del sol.


Como zarzas espigonas y tiernas. La humedad hace crecer el musgo por todas partes.


Un chalecito al borde del camino estaba convertido en mueso etnográfico, pero con los utensilios de labranza y demás cachivaches, fuera colgado en la fachada.


Otra cosa típica del camino, es si estas pegando al camino, es hacer un albergue “vocacional”, que consiste en parte de su vivienda o construir una edificación anexa a la vivienda, hacer habitaciones para alojamiento de peregrinos, pero estos albergues vocacionales, no figuran en ninguna guía de albergues con su localización, ni teléfono, están muchas veces en mitad del campo, fuera de los pueblos, que es, hasta donde se planifican las etapas, pero tienen que vivir por la cantidad que existen.


En la etapa de hoy llevaba tiempo observando, una rodada única, no como ayer que eran dos en paralelo, que resulto ser un carrito de mano, que hoy, tenían que venir detrás de mí, pues no estaban las rodada en el camino. La rodada de hoy, al ser una, era lo que me suponía, un carrito porta equipaje, pero mono-rueda.


A pasar por su lado, le comenté, si le podía hacer una foto, me dijo que si y en su forma y acento implícitamente me dijo su nacionalidad, francés.
“Si, pego, espegá, que me peine, que salga guapó”


Antes de llegar a Fuleros, el camino se convirtió en un enlosado de granito que en parte agradecen los pies, pues la pisada es plana.

 
Al llegar a Fuleros otro riachuelo más en la etapa, con puente medieval de piedra, ya citado en el Códice Calixtino, manuscrito del siglo XII, una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela , con consejos, descripciones de la ruta, con el paso del tiempo esta tomado por la invasiva yedra.


En fuleros existe la capilla de San Xoan, la única que he visto, con entrada en mitad del lateral de la nave principal, no se entra por la parte frontal al altar, como es costumbre, se entra por el lateral, muy cerca del altar.

Un puebleciito con calles con suelo de granitos, estrechas que formaron embudo a la comitiva.

Al salir de Fuleros, ya se divisa Melide, a unos 2 Km.

Melide ha tenido un alcalde, que como tantos otros que ven pasar a los peregrinos toda la vida, no han hecho el camino de Santiago, no saben lo que significa, lo que se siente en cada pisada. En este caso este alcalde no se le ocurrió otra cosa que adoquinar, la entrada a la localidad con granito rosa Porriño, pero adoquines pequeños, de muy irregular pisada, que los pies cansados del peregrino no aceptan, y busca el borde del césped antes que el bonito camino del señor alcalde.

Otra cosa que apoya mi teoría que hay mucha gente relacionada con el camino que no lo ha hecho, es el anagrama del peregrino, que está en todos los carteles.

Si todos los hitos kilométricos esta a la izquierda, como es normal en las indicaciones en una carretera, autovía o cualquier sitio por el que se circule, las flechas siempre te las encuentras en esa dirección, por que en los carteles, las flechas están bien, pero la imagen del peregrino están todas, todas, las que van andando o está en bicicleta esta en dirección contraria, al diseñador le encargaron una imagen para el anagrama de peregrino en los carteles, y no se informó en qué dirección tenía que ir el peregrino, por eso las flechas siempre indican una dirección y el peregrino va para el lado contrario. 
Antes de entrar en Melide, me crucé con este simpático peregrino italiano en dirección contraria del camino, al comentárselo, se paró a comentarme que venía haciendo en camino primitivo y que al llegar a Melide, con fin de etapa, iba a ver todo los monumentos de interés y por eso se acercaba a Fuleros para ver el puente medieval y la capilla de San Xoan.

Una vez en Melide, pueblo mayor de los recorridos hasta el momento hay que destacar la capilla de San Roque, con su cruceiro, que según dicen es de los más antiguos de Galicia.

 
Melide es un  cruces de caminos, ciudad comercial, donde el peregrino puede encontrar, avituallamientos de lo que necesite, hasta de equitación.

 
Pero si de algo, no debe faltar el peregrino es de probar el “pulpo a feira”, plato típico de la ciudad, según ellos el mejor preparado de toda Galicia.


Para sellar la credencial me paré, en la iglesia convento de Sancti Spiritus, 

 
Ya saliendo de Melide, hice una parada para reponer fuerza, donde hoy está la Capilla del Carmen do Castelo y hubo en tiempos un castillo y anteriormente un castro.

 
Un par de barritas energética y dos plátanos, un rato de descanso para las sufridas patitas de atrás y vuelta al camino.

Antes una última foto panorámica a Melide.

Y retomamos la marcha, próximo pueblo Boente, a 5.6 Km, retomamos en busca de la amarilla flecha que nos guía por veredas, caminos y carretera hasta nuestro destino,

Camino que te sorprende a cada paso con curiosidades, que no te imaginas, como este auto-servicio, con agua, café, dulces, fruta, frambuesa  recién cogidas, todo con su precio y una caja-hucha para depositar el importe.

Las frambuesas solo era envasarlas y al estante, pues estaba el cultivo a 10 m
Hueco entre la frondosa vegetación para sembrar todo tipo de productos, como las papas gallegas.


El paisaje va cambiando para dar paso eucalipto, ese infame árbol australiano de repoblación para madera, que deteriora los ecosistemas autóctonos, anulando el sotobosque y rediciendo la vida animal en su interior. 





Con ejemplares de buen porte cuando no se crían espesos


En el camino se empiezan a ver los modernos molinos de viento, para producir electricidad, aunque vistosamente dejan mucho que desear, pero no contaminan y es una de las energía renovables en auge, sobre todo aquí en Galicia.


Como comente en el primer capítulo de esta serie del camino, el camino tiene mil formas diferentes de hacerlo, planteárselo, cada uno con sus peculiaridades, una de entre muchas, es la forma de hacer la secar la ropa, si no se seca por la noche, pues nada, se monta el tendedero a la espalda y ya se secará con el aire, a lo largo de la etapa.

 
Como este peregrino suizo, con los “gallumbos” y calcetines colgados de la mochila o este otro, que me cruce en la etapa de Triascastela

 
O este otro


Con este último peregrino-tendedero coincidí en el albergue en Arzua, después de comer, en el salón de la televisión, donde un grupo de chavales, perteneciente a un colegio de huérfanos, que llevaban dos días, hospedados en el albergue, porque una de las profesoras, tuvo una caída y el médico le aconsejo un par de días de reposo, por la rodilla. El comentaba que salió desde Roncesvalles, sin día de llegada, él también estuvo varios días parado, por culpa de unas bojas o ampollas, que le salieron en los pies, producidas por las botas con las que empezó el camino, eran muy rígida, no apropiadas para el camino, el médico le recomendó que si quería llegar, unas zapatillas o otras botas más ligeras, por eso se le ve en la foto con las botas a la espalda. 

Antes de llegar a Boente otro arroyo y otra obra de ingeniería popular para pasarlo

 
otra muestra de la dureza del camino, mella en los pies del peregrino.


Por eso cuando vi este cartel, lo fotografié porque refleja uno de los sentimientos del camino.


“De poco sirve llegar a Santiago si antes no viviste el camino”

En Boente un pequeño pueblín aproveche para llegar la credencial,



De vuelta al camino dirección a me encontré con uno de los peregrinos, más peculiares, sobre todo por su carga, si más equipaje que Cristo a las espaldas.

Castalleda es un bonito pueblo de casa diseminadas por el campo, con pocas casas formado calles.




A esta altura de la etapa, la tropa va notando los kilómetros y aprovecha para conversar y hacer amistades entre otros peregrinos 


Pero siempre teniendo cuidado con esos otros peregrinos de dos ruedas que se creen que tienen prioridad por ir más deprisa.


En algunas casas han cambiado el jardín, por la huerta.

Seguramente atendido por la señora de la casa, porque la mujer gallega son de armas tomar, como ejemplo, esta señora desbrozando maleza, hoz en mano,

En el camino también se ve, los efectos de los incendios, unos provocados, otros no se sabe, pero siempre afectan al eucaliptos, la madera se paga más barata, pero se aprovecha.

La naturaleza es sabia y se regenera, pero tarda bastante

De los incendios no se salgan ni los hitos kilométricos o altares peregrinos.

Esto no hace desfallecer al peregrino, porque en todo sitio encuentra una cara amiga, 
El camino de Santiago se cruza con las vías modernas, unas veces con preferencia pasando por arriba

Otras sin ella y toca de pasar por abajo

Bajando y subiendo, pero con firme tendencia a bajar, pasamos de los 415 m de altitud de Castalleda a los 300 m de Ribadixo dabaixo, a las orillas de rio Iso, un bonito pueblo a las orilla del rio, 


con unas aguas cristalinas y muy frescas, tras cruzar el rio, por otro puente de piedra, se encuentra un estupendo albergue, donde selle la credencial, en su día fue el antiguo Hospital de San Antón de Ponte de Ribadixo, en el Siglo XV, y hoy es un conjunto de casitas de pizarra y granito, unión en los dos materiales gallegos, 

Con la característica de estas construcciones, grandes piedras formando las mochetas y dintel de puertas y ventanas

Después de pasar el rio en Ribadixo dabaixo, como es la traducción “ribera baja del rio Iso, todo es subir hasta Arzua, con pendientes no aconsejables para final de etapa.

Empezaron aparecer los coches publicidad en los cruces de caminos, señal de que nos quedaba poco trayecto.
 
Por fin Arzua, bonita ciudad, pero como casi todas en el camino, largas en el sentido del camino o carretera que la cruza, todo el mundo quiera estar en el camino, no son ciudades con forma más o menos redonda, son alargadas en el sentido de camino.

Desde la señal de Arzua hasta el albergue, que tenía reservado, un buen trecho, por fin el albergue Santiago Apóstol,

La primera impresión al verle, pensé, 5 plantas, ¿tendrá ascensor, no?. Si, si tenía ascensor, la verdad que es un albergue moderno, acogedor, amplio  y con todo tipo de instalaciones.

Una vez instalado en la habitación,

 

Una buena ducha y a reponer fuerzas al comedor. 



En el menú del peregrino 2 platos, agua o vino, pan y postre, por 9 euros en todos los sitios, como el albergue tenía comedor, para que andar más, a comer.


Después de comer, una buena siesta para descansar de la caminata.
Por la tarde una vueltecita por el pueblo, para hacer turismo, unas compras y estirar los músculos, suave pero buenísimo.


Sellamos la credencial en la iglesia, donde tienes que rellenar en un libro, todos tus datos, nombre, dirección, lugar de comienzo de camino, como lo realizas a pie, a caballo, en bici, todo para una estadística.

En la plaza, frente a la iglesia, una fuente, con dos niños y dos ternerillos, en granito, que refleja el cariño a los animales.



Panorámica del camino de mañana


De vuelta al albergue, una forma de hacer el camino es sin mochila, pagas para que te la lleven al albergue, al lugar de destino, pero eso será más cómodo, pero pierde encanto y la esencia del camino. 


Completamos el día, con cena, un ratito de televisión para ver las noticias del mundo, previsión meteorológica para el día siguiente, o rato de tertulia con los demás peregrinos y a la cama, a descansar para mañana, la ultima etapa.

Continuará….