04/07/2011
A las seis de la mañana, dejamos la vida monacal para empezar la segunda etapa, por lo visto en el perfil, no es tanto descenso, es una etapa relativamente más llana, pero con la guinda en Portomarin, al ser un embalse, que se desciende desde la montaña, al rio, en poco tiempo.
La mañana vuelve a salir con niebla, tras un buen desayuno, en el primer bar abierto que encontramos, me pongo en marcha, con la intención de que no nos pille el toro, pues la etapa es larga y con las paradas, en cual quiere sitio, que lleguemos con tiempo.
Siguiendo el curso del rio, un autentico y delicioso paseo se abandona Samos y se llega a Teiguín, Una de las constante de este tramo son las cuidadas sendas y pequeños parques, que aprovechando los remansos del rio se han construido como zonas de descanso.
A poco de salir de Teiguín, los peregrinos tienen que tomar la opción, según todas las guías o hojas de ruta, de seguir por la carretera o tomar un sendero que va al encuentro del Camino de San Xil, de distancia parecida, en mi caso estaba decidido por el sendero, por camino en vez de carretera, pero todo el mundo tiraba por el otro y los dos brasileños, con los que iba conversando, padre e hijos, que había conocido el día anterior y que habían pernoctado también en el monasterio, tiraban por la carretera, me hicieron decidir por esta opción.
Como todos los caminos llegan a Roma, los dos caminos llegan a Sarria. La ciudad mayor de las pasadas por el camino, hasta el momento, punto de partida de muchos peregrinos, pues al ser una ciudad grande, con buenas comunicaciones y estar a 111 km de Santiago, muchas gente que hace lo minimo para recibir la compostela, certificado de haber hecho el camino de Santiago a pie y haber recorrido 100 km, la hace punto de partida de bastantes peregirnos.
Entramos por la parte baja de la ciudad como el rio Celeiro,
para ir subiendo en la misma,
Con numerosas tiendas donde el peregrino que empieza su camino, puede abastecerse para el largo camino.
Se sale de Sarria callejeando por la parte más histórica de la villa,
Para sellar la credencial, hice parada en el Convento de la Merced
Edificio de sillería de granito, con mosaicos tipo romano en el suelo de entrada y rustico de cantos rodados en suelo de claustro interior.
Beber en una de las miles de fuentes del camino, esta con mensaje
Se vuelve a descender hasta llegar al rio, que tras vadearlo por el puente romano de Ponte Da Aspera,
El camino penetra otra vez en una tupida foresta, con constantes giros a izquierda y derecha, por veredas, corredoiras y caminos
Con buenos ejemplares de castaños
Después de cruzar la vía del ferrocarril, una vez que se cruza en el camino, llama la atención que sea por encima de la vía, con la cantidad de personas que lo cruzan a lo largo del día.
Seguimos ascendiendo hasta desembocar en una carreterita vecinal, que sin dejarla nos lleva a Barbadelo
El paisaje cambia a zonas de cultivo, ante no vistas
Y zonas de pastos para la ternera gallega.
Eso magníficos chuletones andantes, entraron ganas de comer, parando en un albergue en la entrada de Barbadelo.
Estupendas instalaciones con todo, albergue, bar, restaurante, tienda, donde paramos a descansar y dar buena cuenta de un bocata con una cervecita.
Tras reanudar la marcha a unos trescientos metros, me dispongo a ver la ruta en el mapa, cuando me dio cuenta que no tengo la credencial del peregrino, vuelta a tras al bar, donde el camarero la había recogido del suelo, esperando que me diese cuenta pronto.
El tramo entre Barbadelo-Rente hasta Brea cambiamos mil veces de caminos, veredas, pistas asfaltadas, muchas veces haciendo zigzag, debe prestarse mucha atención y seguir las flechas amarillas, compañera inseparable del caminante.
Antes de llegar a Brea pasaremos por las pequeñas aldeas de Peruscallo, Cortiñas, Lavandeira y Casal. Podemos beber en la Fonte do Pelegrin
Vemos pequeños detalles del compañerismo en el camino,
Peregrino, que deja la frambuesas, compradas en la aldea anterior, en un punto kilométrico para el peregrino que venga detrás y le apetezca.
A Brea se alcanza tras pasar la reguera Chelo, paso enlosado
Aunque otras veces el arroyo es el camino
Grandes árboles con otros usos
Hórreos por todas partes, esas construcciones para secar el granos, construidas de tal forma, que no puedan entrar los roedores y que dedicaré un capítulo aparte
Al pasar por Brea pasas al lado de una granja de vaca lechera, las otras vacas gallegas.
A la salida de Brea el punto Kilométrico 100
De Ferreiros se sale por asfalto, por carretera de perfil tobogán
Hasta llegar a Rozas donde empiezan las bajadas,
Pasamos por pequeñas aldeas como Moimentos, Mountras, A Parrocha y Vilacha
se inicia un fuerte descenso hacia el valle del Miño para tomar el puente - viaducto sobre el embalse que da acceso a la nueva Portomarín, pues la antigua ubicación del pueblo, la tapo el agua del embalse de Belesar
Y más escaleras
Un pueblo pequeñito, de relativamente nuevo pues en 1962, cuando se construyó el embalse de Belesar, se reconstruyó en el vecino monte Do Cristo, algunos edificios como la iglesia de San Nicolas, cuyas piedras fueron numeradas y ensambladas de nuevo en su actual emplazamiento.
En este acogedor pueblin, se planteó el primer problema del camino de Santiago, al ser la etapa típica Sarria-Portomarin, punto de partida Sarria de muchos pelegrinos, principios de Junio, vacaciones, la avalancha de peregrinos era tal, que los que nos dedicamos a disfrutar del paisaje, del camino, parando donde apetece a ver, no tomarse el camino como una prueba contra reloj, no tener contratado alberge con antelación, a la aventura, al llegar a un pueblin como este, los albergues estaban todos llenos, después de varios, decidí merendar tranquilamente, que con el estomago lleno se piensa mejor. El dueño del bar me comentó que había un alberge municipal, pero que no sabía, si estaba abierto pues solo abría los meses de verano, cuando había aglomeraciones.
Una vez repuestas las fuerzas, tras las indicaciones, me dirigí al albergue, pero también había “overbooking”
Horario de apertura 18 h, dejamos la mochila cogiendo la vez, y siesta en el parque contiguo. Pasaba más de media hora del horario de apertura y nadie abría, el personal empezó a ponerse nervioso, un grupo fueron a buscar la policía municipal para informarse, si abrían el albergue o no, a la siete de la tarde se presentó el teniente de alcalde, con la encargada de abrir, pidiendo disculpas por la tardanza, como excusa, que habían sido elegidos nueva corporación en la elecciones del 22 de Mayo y todavía tenían poco rodaje, hubo quien le dijo, “Pues espabilar, que seguramente que en los mítines, decíais que lo haríais mejor que los que estaban” , no hubo contestación.
Después de largas colas, para las duchas, a conocer el pueblo, cenar y mañana será otra etapa y con avalancha de peregrinos.
Continuara…..
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