Punki empieza nada más destapar, con unas embuchadas, despacio, sin prisas, se remueve las plumas, picotea un brote de encina que entraba por la jaula y al final de decide a empezar, después de unos veinte minutos de buen tono, le contesta un macho a sus espalda, a los diez minutos a base de insistir, veo entre las jara, moverse al campero, pero se queda al borde, no se ven pues está detrás del tanto, Punki, sigue insistiendo pero el campero que solo a abierto su boquita una vez, parece ser no tener muchas ganas, Punki empieza a dar de pie, más bajito, más suave, el campero después de mirar para los dos lados como si fuera a cruzar un paso de cebra, se decide a andar, aparece en plaza, en la jaula se le recibe de maravilla, pero el realiza una diagonal a la plaza casi sin mirar a la jaula, en un momento se para, picotea el suelo, pero por más llamamiento de la jaula sigue caminando hasta meterse de nuevo en el monte, tras el paseíllo del poco torero campero, en la jaula suben los ánimos, pero por mucho derroche de música, el campero ni aparece, ni se le escucha.
Puede que otro hubieran tirado, pero por bien que le estaba recibiendo, si el campero, no demuestra a lo que viene, para mi es mejor, no tirar, prefiero ver otra vez trabajar al pájaro, que insista, que porfié, que intente utilizar todos sus recurso para hacerle volver a la plaza y una vez vuelto a plaza, si no hay en el campero, mimbres para hacer un canasto, entonces aunque sea hacer una cestita.
El borde del puesto estaba tomado. por los jabalines, sigo creyendo, que hay más que perdices.
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